jueves, 30 de julio de 2009

ENFERMEDADES DE LA VISTA

Miopía

En este vicio de refacción, los rayos luminosos procedentes del infinito se enfocan por delante de la retina, lo que condiciona una disminución de la visión lejana tanto más acusada cuan mayor sea le defecto. Se ve bien de cerca, por lo que hay que acercar algo para verlo mejor,

Puede producirse porque el mismo ojo haga convergir anormalmente los rayos luminosos que provienen de objetos situados a lejanía, pero también puede deberse simplemente un defecto de conformación del ojo, que tiene un eje longitudinal demasiado largo. Esto es siempre hereditario.

Por lo general el problema se soluciona con cristales cóncavos que hacen convergir a la retina la imagen que sin ellos se tomaría por delante de ella. La “gimnasia” o ejercicio visual no sirve de nada. Ultimamente se ha diseñado un tratamiento quirúrgico de la miopía con gran éxito (solo en casos seleccionados).

Hipermetropía

Desde el punto de vista óptico, este defecto es el opuesto a la miopía, pues los rayos luminosos que provienen del infinito se enfocan detrás de la retina. Esto significa que se puede ver bien de lejos, pero no de cerca.

Como durante el crecimiento corporal también hay aumento del tamaño del globo ocular, puede, en muchos casos, disminuir el grado de hipermetropía, hasta que casi no se note. La “gimnasia” o ejercicio visual no sirve. Unicamente cabe la corrección por el empleo de lentes convexas. Las gafas deben llevarse permanentemente puesto que el uso desmesurado produce dolores de cabeza.

Astigmatismo

En la mayoría de los casos, se trata de un defecto congénito de la córnea, imposible de modificar con la edad. Si comparamos la superficie corneal con una parte del globo terráqueo resulta que en la córnea normal todos los posibles meridianos presentan una curvatura aproximadamente semejante. En le astigmatismo varía la curvatura de los diferentes meridianos.

Pueden darse toda clase de variaciones en esta desigualdad. Un diámetro puede ser normal y el otro miope o hipermétrope (astigmatismo simple), los dos miopes o hipermétropes (astigmatismo compuesto), o uno miope y el otro hipermétrope (astigmatismo mixto).

Los astígmatas ven mal de cerca y peor aún de lejos. Esto se corrige con el uso de anteojos cilíndricos cuyo poder de refracción, más o menos según el caso, se limita a un meridiano. Es imposible la evolución de la enfermedad en ningún sentido.

Alteraciones De La Musculatura Extrínseca Del Ojo

Estrabismo

Normalmente los ojos en mirada lejana tienen sus ejes anteposteriores paralelos. Cuando este paralelismo desaparece se trata de estrabismo. La desviación de un ojo con respecto al otro puede ser hacia dentro de la nariz (estrabismo convergente) o hacia fuera de la nariz (estrabismo divergente). En algunos casos puede haber estrabismo vertical, es decir, desviación de un ojo hacia arriba o hacia abajo con respecto al otro. También pueden presentarse combinaciones de estrabismos verticales y horizontales.

El estrabismo puede estar motivado por el funcionamiento deficiente de la musculatura ocular, pero se comprueba con frecuencia que esta alteración coexiste con una incapacidad del cerebro para funcionar las dos imágenes.

Parálisis ocular

Los músculos que mueven al ojo pueden sufrir alteraciones que los privan de su capacidad de contracción parcial (paresis) o total (parálisis). En cualquiera de los dos casos, se produce diplopia, o sea, que el paciente ve doble todos los objetos, por lo que debe taparse uno para poder ver bien (se deben tapar los ojos alternativamente, porque si se tapan uno solo, corren el riesgo de que el ojo tapado no funcione más por acostumbramiento). Las parálisis oculares reconocen como causa las enfermedades inflamatorias, tumorales, tóxicas y traumáticas. En general, la mayoría de las paresis son reversibles en largo plazo.

Enfermedades Del Aparato Lagrimal

Dacrioadenitis

Es la inflamación de la glándula lagrimal. En este proceso, existe una hinchazón acentuada y dolorosa, con enrojecimiento del párpado superior, muchas veces acompañado de inflamación. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, pero en ocasiones se forma un absceso que exige una amplia incisión quirúrgica para dar salida al pus acumulado en el saco de la glándula.

Dacriocistitis

Es la inflamación del saco lagrimal. Puede presentarse en diferentes formas, con relación al momento de aparición y su evolución clínica. Con arreglo a la edad hay dos tipos: la del recién nacido (que se debe a que las vías lagrimales no son permeables) y la del adulto (que se debe a que las vías lagrimales se han obstruidas). Los síntomas son: el lagrimeo continuo (epifora), acompañado por una secreción mucopurulenta. Cuando la inflamación crece, se produce una inflamación en la región afectada o en toda la cara, que solo cede cuando crece el pus acumulado. En las formas crónicas, cuando se presiona la región del saco contra la nariz, produce la salida del pus por el aparato lagrimal.

Enfermedades De Los Párpados

Blefaritis

Es la inflamación del borde palpebral. Como síntomas traen enrojecimiento acusado del borde palpebral acompañado a veces de costras, escamas e incluso de ulceraciones.

Esta afección se produce en dos formas. La primera, que se cursa con descamación, coexiste generalmente con la seborrea del cuero cabelludo. En ella se encuentra una secreción constitutivamente aumentada de las glándulas sebáceas. Una segunda forma se caracteriza por la inflamación e infección bacteriana, con aparición de costras y ulceraciones.

Orzuelo

Es una inflamación de las glándulas del párpado que, según su situación, se hace más prominente en la cara interna o externa. Se produce por contacto y los gérmenes causantes suelen ser los estafilococos. En esta afección conviene no desechar la existencia de diabetes, que puede comprobarse mediante el oportuno análisis de orina y de sangre.

Chalazión (Calacio)

Se trata de un firme endurecimiento, del tamaño de un chícharo o del hueso de una cereza, que se asienta en el párpado y que persiste largo tiempo. Se define como una inflamación crónica de las glándulas sebáceas o glándulas de Meibomio del párpado como consecuencia de un taponamiento o estancamiento de su secreción.

Blefaroespasmos

Contracción espástica de los párpados, raramente de larga duración, casi siempre de manera de ataque que dura solo unos minutos. Casi siempre es de tipo nervioso (tic).

El oftalmólogo puede combatirlo mediante la infección o infiltración del párpado con cocaína, algunos recomiendan la resección del nervio.

Parálisis palpebral

Incapacidad manifiesta de cerrar los ojos. Se trata de una infección al nervio facial. Su causa no es siempre fácil de encontrar, y con frecuencia hay que achacarla a una otitis o infección del oído medio. La parálisis que puede ser también un síntoma de alguna enfermedad nerviosa grave (tumor cerebral o meningitis).

Enfermedades De La Conjuntiva

Conjuntivitis Aguda o Crónica

Se trata de una inflamación a la mucosa, debido a sustancias irritantes como polvo, polen, humo, gases tóxicos, etc.; en otros caso es producida por la infección bacteriana o por virus, y a veces originada por cansancio ocular, defectos visuales, corrientes de aire y acciones intensas de agentes de luminosos.

Los síntomas son: enrojecimiento de la conjuntiva, más intenso en la periferia, disminuyendo hacia el centro, enrojecimiento de la cara interna de los párpados, sensación de cuerpo extraño, hipersensibilidad a la luz, sequedad, quemazón y exudado mucoespumoso que en los casos graves se convierte en pus abundante.

Tracoma

Se trata de una conjuntivitis de comienzo indicioso que únicamente se manifiesta cuando comienzan los trastornos visuales. Se caracteriza por un engrosamiento de la conjuntiva; los llamados folículos de tracoma, consisten en nódulos translúcidos de color gris o amarillento que dejan numerosas cicatrices dificultando la visión. En casos graves se llega hasta la ceguera. La enfermedad se transmite por contagio, y es más frecuente en países de Asia y África.

Enfermedades De La Córnea

Inflamación De La Córnea ( Queratitis, ulcera corneal)

Inflamación de la conjuntiva con enrojecimiento que predomina en su parte central, a diferencia de la conjuntivitis, sobre todo en el borde corneal y en las proximidades del iris (la llamada inyección ciliar). La córnea muestra un enturbiamiento grisáceo amarillento y existe una disminución más o menos acentuada de la facultad visual. Suele acompañarse de dolores, lagrimeo, hipersensibilidad a la luz y ulceras corneales. En muchos casos, la inflamación se propaga hasta el iris y existe le peligro de adherencia entre él y el cristalino.

Cuando el enturbiamiento de la córnea es limitado suele hablarse de infiltrado corneal. Si es extenso, se denomina queratitis parenquimatosa, donde es más profundo.

Inflamación De La Úvea

Inflamación Del Iris (Iritis)

Enrojecimiento del globo ocular semejante al que se presenta en la queratitis pero sin enturbiamiento de la córnea, aunque en ocasiones puede verse un aligera pérdida de transparencia al depositarse en su cara posterior productos inflamatorios procedentes del iris. El color de este sufre modificaciones, aparece como sucio al cambiar de coloración, puede ser un color azul a verdoso. La pupila se contrae y pierde su forma circular.

Toda iritis, como en general es la infección concomitante del cuerpo ciliar (iridociclitis) o de la coroides (coroiditis o uveítis), pueden producirse por dos vías: la sanguínea y la exógena.

Enfermedades De La Retina

Retinitis

Los proceso inflamatorio de esta membrana se acompañan generalmente de pérdidas de visión se ocupan las regiones nasales, con centelleos, presencia de “moscas volantes” y disminución de la visión nocturna. No suele haber dolor.

La proximidad de la retina y de las coroides hace muy rara su inflamación aislada, por lo que suele tratarse de coriorrentitis. La infección sobreviene por vía hemática y tiene como consecuencia la formación de cicatrices en la retina y en la coroides. Los factores casuales suelen ser tuberculosis, sífilis, focos sépticos en dientes, amígdalas, senos nasales, etc.

Desprendimiento De La Retina

Visión de luces más o menos centelleantes, reducción de la agudeza visual, sensación de ver a través del agua, “moscas volantes” y disminución de algún sector del campo visual.

En el desprendimiento de la retina se produce la separación de esta membrana del estilo pigmentario. Este desprendimiento tiene lugar cuando existe un desgarre en la retina por el cual se introduce el humor vítreo, que lentamente la va separando. Se produce generalmente en las personas miopes de cierta intensidad, en edades avanzadas y por traumatismos.

Retinopatía Diabética E Hipertensiva

En el curso de la diabetes de muchos años de evolución suelen presentarse en la retina unas alteraciones acompañadas de hemorragias y exudadas que interfieran la visión del enfermo. La retinopatía hipertensiva también cursa con hemorragias y exudados, igual que la retinopatía diabética, pero en el aspecto oftalmoscópico es bastante diferente, por lo que el oftalmólogo práctico podrá siempre establecer una diferencia. Con mucha frecuencia, ambos tipos de alteraciones retinianas aparecen conjuntamente, con lo cual el pronóstico es peor que cuando se presentan en forma aislada.

Enfermedades Del Cristalino

Cataratas

Se entiende con este nombre a toda opacificación o enturbiamiento del cristalino. Estas alteraciones de pérdida e transparencia pueden ser estacionarias o progresivas. En este último como la visión va disminuyendo hasta llegar prácticamente a la ceguera completa, nunca se pierde la percepción de la luz por más avanzada que esté la alteración. Este dato de la percepción luminosa es muy importante para el pronóstico, puesto que en el caso de no haberla, hay que pensar que existe otra enfermedad situada detrás del cristalino.

Las cataratas progresivas suelen ser de causa senil, diabética o por intoxicación. Las estacionarias por lo general son congénitas, con frecuencias hereditarias. También pueden aparecer cataratas con motivo de traumatismos, penetrantes o no, y por radiación (rayos X y por calor).

Alteraciones De La Tensión Ocular

Glaucoma

Se llama así al aumento de la tensión intraocular. Puede haber dos tipos: agudo o crónico. En el agudo, la sintomatología se traduce por intenso dolor, acentuado enrojecimiento del ojo, pupila dilatada y enturbiamiento corneal, que toma un aspecto verdoso y de donde proviene el nombre de la enfermedad. La agudeza visual desciende rapidísimamente; en casos extremos, el enfermo de glaucoma agudo es capaz de distinguir solamente la luz y las sombras. Lo habitual es la pérdida completa de la visión que en la mayoría de los casos es irreversible a menos que se trate la máxima rapidez posible.

El glaucoma crónico presenta unos síntomas mucho menos intensos y evoluciona lentamente, pero al igual que lo que ocurre con la forma aguda puede llegar también a constituir causa de ceguera si el diagnóstico no se ha hecho correctamente a tiempo y si el tratamiento no se lleva con la intensidad que estos exigen. En la forma aguda, los dolores son tan violentos que ponen en guardia al enfermo inminentemente, al contrario de lo que las en el glaucoma crónico en el que el enfermo no le presta debida atención. La forma aguda, además, suele ir acompañada de náuseas y vómitos. Lo cual hace a veces pensar al profano que se trata más de un cólico hepático que de un glaucoma.

La forma crónica en sus distintos tipos se caracteriza, aparte de la pérdida de visión, por una reducida extensión de del campo visual y de la visión nocturna, y por algunos dolores de cabeza.

Traumatismos Oculares

Heridas

En cualquier traumatismo del globo ocular lo más importante es llevar al accidentado con un especialista. Cualquier retraso puede agravar el pronóstico. El traslado del traumatizado debe hacerse con todo cuidado, moviéndolo lo menos posible y con los dos ojos tapados con un apósito estéril. En caso de no tener esta clase de material se taparán con un paño lo más limpio posible. No hay que olvidar que la peor complicación que puede tener las heridas oculares, sobre todo si son penetrantes, es la infección. Las heridas oculares pueden ser muy diversas, desde arañazos, hasta el estallido del globo ocular. En general, la gravedad depende del lugar donde asienta la lesión. Las más graves son las que afectan la región del cuerpo ciliar, a la córnea, la retina y sobre todo el cristalino. Cuando la herida es muy profunda, suele afectar a todos estos, por lo cual el pronóstico es pésimo.

Las complicaciones de las heridas oculares más frecuentes son, aparte de la infección, las hemorragias intraoculares, las cataratas traumáticas y el desprendimiento de la retina.

Cuerpos Extraños

La introducción de cuerpos extraños es muy frecuente. Su acción depende del tamaño, localización, velocidad de penetración y naturaleza. Cuando son superficiales y no están enclavadas en el ojo pueden ser extraídos con facilidad por cualquier persona con ayuda de una barrita de cristal estéril o de cualquier otro instrumento semejante. Cuando se encuentran enclavadas debe recurrirse a un especialista, quien extraerá el cuerpo extraño en las debidas condiciones y tomará las debidas precauciones para evitar infecciones.

Los cuerpos intraocualres más difíciles de extraer quizás son las de maderas y las de piedras, por no ser metálicos ( que se extraen con electroimanes especiales y no a mano) y por no poder se observadas a través de rayos X.

Quemaduras

Estas lesiones pueden ser de distintos tipos según sea el agente vulnerable. Las más frecuentes se deben a la acción de materiales, muy calientes, como el aceite o el agua hirviendo, o a su acción química corrosiva como son la que tienen carácter ácido o alcalino muy acentuado (ácidos sulfúricos, clorhídricos, nítrico, sosa cáustica, etc.)

Como en todo traumatismo ocular, la gravedad de las lesiones depende de la naturaleza del agente productor, de las estructuras oculares afectadas y del tiempo de contacto con el ojo.

Es fundamental que el profano se abstenga de usar colirios o pomadas oculares en estos casos, como medida de urgencia siempre es preferible el agua común o min

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